jueves, 9 de mayo de 2013

Como tú, pero no.


Que yo no busco a alguien que se parezca a ti,
pero podrían fascinarme como lo hacías tú.
Podrían gustarme como lo hacías tú.

Que yo no busco a alguien que se parezca a ti,
pero podrían hacerme reír como lo hacías tú.
Podrían detener mi reloj como lo hacías tú.

Que, me cago en la puta, yo no busco a alguien
que sea como tú, 
pero podrían tener tu mirada, tus labios;
esa sonrisa, ilegal de tan perfecta que era.

Y podrían tener la inocente e infantil madurez
que te hacía tan hombre en público y niño
borracho de amor en privado.

Porque claro que me fijo en el exterior, quién no;
y ninguno tiene tus manos, joder.
No me hacen sentir protegida.
No me provocan esas ganas locas de gritarle 
al mundo que es mi Eros.

Que no saben lo que me gusta, 
ni lo que quiero,
ni lo que soy.
Que por no saber no saben ni cómo soy.
Y claro, así quién puede ser uno mismo, ¿Eh?

Insisto, que yo no busco a alguien que
se parezca a ti.
Pero podrían ser todos tú una y otra vez.
Desde el principio. Sin cambiar una sola coma. 
Y así hasta llenar la papelera de borradores imperfectos,
para aprender entre error y error.
Para acometer errores en cada nuevo folio en blanco.

Porque ninguno es tú.
Y qué vida puta esta, que solo nos da ese momento,
en ese lugar y de esa forma una sola vez.
Todo lo demás serán espejismos, copias, 
burdas imitaciones o nulos intentos de recrear algo 
que  jamás volveremos a tener.

Por eso no busco a alguien que se parezca a ti;
solo quiero algo que vuelva a ser tú.
Como hacías tú.

Como tú, pero sin ser tú.


1 comentario:

  1. Que odiosas son las comparaciones, pero no busco a alguien como tu claro que no, pero que sea un poco tu sí. ( acabo de descubrir tu blog y ya soy muy fan) ;-) http://aprendizdemoderna.blogspot.com.es/?m=1

    ResponderEliminar